Cómo las marcas que aspiran a tener más éxito están fortaleciendo su reputación para impulsar su desarrollo y su legado.

A finales del siglo XIX, cuando Coca-Cola, que aún no se llamaba así y era una más de las muchas bebidas carbonatadas que empezaban a surgir en el mercado, Frank Robinson, caminaba de un lado a otro en su oficina, con una única cosa en mente, ¿qué hacer para que su marca se diferenciara de su competencia? Como contable de la marca, sabía que las ventas no eran la deseadas y necesitaba, urgentemente, hacer algo disruptivo que potenciara sus ventas.

De pronto una idea apareció en su cabeza. Se detuvo inmediatamente y sin pensarlo más, corrió a su mesa e hizo dos cosas. En un trozo de papel garabateó con letras cursivas dos simples palabras: “Coca-Cola” y con pintura roja subrayó las letras. Sin dimensionarlo en ese momento, en ese repentino acto, había creado la marca más reconocible en el mundo entero y que hoy, según Brand Finance, tiene un valor de más de USD$33 mil millones.

Con esta innovación, la empresa empezó a promocionar la bebida como un refresco diferente y nuevo, pero lo que verdaderamente empezó a distinguir a Coca-Cola del resto de marcas, fue su característico color rojo y letras cursivas que se mantienen hasta hoy. Pasaron varias décadas y Coca-Cola se dio cuenta de que su valor no residía únicamente en el producto que estaban vendiendo, sino en la experiencia y los sentimientos que generaba en sus consumidores y fue así como la marca transformó el éxito de la compañía hasta convertirla en una de las marcas mejor apreciadas a nivel mundial.

La historia de Coca-Cola demuestra que el valor de una marca trasciende el producto en sí; es la suma de las percepciones de los consumidores y las emociones que la marca logra evocar y en un mundo, donde la competencia y la forma como nos comunicamos ha cambiado muchísimo desde que Robinson revolucionó el marketing, hoy ya no es suficiente ofrecer un buen producto o servicio. Hoy las marcas deben transmitir a sus clientes y consumidores, sus valores y propósito.

La reputación y el valor de una marca son fundamentales para el crecimiento y la sostenibilidad de las empresas en el mercado actual. Los estudios académicos han demostrado que una marca fuerte no solo contribuye al reconocimiento de una empresa, sino que también tiene un impacto significativo en su rendimiento financiero y su potencial de crecimiento.

Su marca como activo estratégico

Las marcas ya no son solo un activo intangible; se han transformado en un activo estratégico esencial para el negocio. Un estudio de la Universidad Autónoma de Bucaramanga en Colombia, reveló que las empresas avanzadas reconocen que una marca ganadora impacta directamente en los beneficios financieros de las empresas según la percepción de valor que le den sus clientes o consumidores.

Lo que diferencia a una marca fuerte y sólida de su competencia es la capacidad que tiene ésta para marcar una clara diferencia en su capacidad de generar valor diferenciador entre sus clientes y consumidores, impactando así directamente en el P&L de las empresas. Una marca con una reputación sólida y bien posicionada tendrá un impacto positivo, mientras que una marca débil y poco familiar, podría tener un impacto negativo en sus ingresos o bien, le costaría más generar beneficios. Por lo tanto, la gestión efectiva de la marca es crucial para el éxito empresarial.

El potencial de desarrollo futuro de las organizaciones descansa en gran medida sobre sus recursos intangibles, siendo la marca uno de los más significativos. La utilidad de la valoración de marca es entender cómo crean valor para cualquier organización y/o empresa, siendo un activo intangible importante para la diferenciación y el crecimiento.

La comprensión de estos aspectos es esencial para las empresas que buscan fortalecer su reputación y valor de marca. La inversión en la construcción de una marca sólida y valiosa es una estrategia que ha demostrado ser efectiva para el crecimiento y la diferenciación en el mercado. Las tendencias actuales en la reputación y construcción de marca son un testimonio de la importancia estratégica de la marca en el crecimiento empresarial.

Mirando hacia el futuro, las lecciones aprendidas de marcas icónicas como Coca-Cola y lo que estamos aprendiendo ahora todos los días sobre la construcción y potencialización de marcas basados en una reputación sólida, son indispensables para que las empresas actuales puedan crecer en océanos cada vez más rojos. La inversión en la construcción de una marca sólida y valiosa no es solo una estrategia probada, sino una necesidad para el éxito a largo plazo.